FUENTE: DIARIO DE BURGOS del 30 de octubre de 2011
Ribera30/10/2011Enología / Novedades técnicas
Ribera30/10/2011Enología / Novedades técnicas
Una serie de tintas termocromáticas informa al consumidor de la temperatura aproximada a la que se encuentra el caldo de la botella para poderlo tomar en las mejores condiciones
DBI.M.L. / Aranda
Los actores Juan Echanove e Imanol Arias, y la cantante Helena Bianco. FOTO: DB. |
Los invitados y autoridades que estos días han pasando por la 56 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), se han llevado, además de una magnífica experiencia cinematográfica, un vino de la Cooperativa San Roque de la Encina, de Castrillo de la Vega. Y es que, por segundo año consecutivo, un caldo elaborado en esta bodega es con el que la organización obsequia a todos los que pasen por esta cita ineludible para los amantes del séptimo arte.
Este vino, que se comercializa bajo el nombre de Cinema, es un caldo elaborado por el enólogo Juan Ayuso. La elección de la cooperativa castrillense por parte de los promotores del proyecto se fundamentó en la calidad de sus vinos. «Vimos varias bodegas y al final elegimos esta cooperativa porque había ganado un Manojo de Oro, hablé con ellos, me gustó todo lo que hacían allí y empezamos a trabajar en una producción que primero fueron 20.000 botellas y que la hemos incrementado este año hasta las 50.000 de la añada 2009», comenta Guillermo Pérez, director comercial de Cinema Wine.
Etiqueta termocrómica
Además de la calidad del contenido, los promotores han cuidado mucho el continente. Tanto que sus promotores han incluido en su etiqueta un termómetro que le permite saber al consumidor a qué temperatura está el vino para poderlo degustar en su justo grado. Pérez explica en que uno de los laterales de la etiqueta hay distintas tintas termocrómicas: si el caldo está entre 18 y 22 grados, se colorea una parte en rojo y se marca un 20, que es la temperatura aproximada del vino; si está entre 14 y 17 grados, se colorea una zona en verde; y si se tiñe otra parte de la etiqueta de azul, es que el caldo está por debajo de 10 grados. «Esto está patentado y está teniendo bastante eco en el sector del vino porque hay una bodega en Albariño que tiene una tinta que se cambia a azul cuando el vino está frío, eso no te está diciendo nada, te está diciendo que el vino está frío, pero eso ya lo vemos, no sabes a qué temperatura está el vino, ni si ese frío es demasiado frío para consumirlo», pone como contraposición el director comercial de Cinema Wine para explicar que este vino es pionero en tener este sistema de control de la temperatura de consumo.
Esta etiqueta, además, es muy estética y relacionada con el séptimo arte, ya que simula una tira de celuloide, en la que se pueden ver tres fotogramas con escenas de vendimia, de una bodega y de un grupo de amigos brindando con vino. A ello se suma que en la cápsula aparece el dibujo de una antigua cámara, coronada por un círculo que recuerda las latas de zinc que servían para el transporte de los rollos cinematográficos. Como colofón, la contraetiqueta es desplegable e incluye citas de directores, actores y actrices en numerosas películas.
Para rematar esta imagen, la caja de seis botellas tiene forma de maleta, de esas antiguas, simulando remaches de metal, con asa y con muestras de estar muy viajada, tanto por su aspecto ajado como por las pegatinas que la adornan, con imágenes de París o Londres.
Cara conocida
Lo que surgió como una iniciativa de un grupo de amigos enamorados del cine y amantes del vino traspasó ese límite para convertirse en algo más mediático cuando entró a formar parte de la sociedad Juan Echanove. La incorporación del veterano actor fue algo casual, ya que él conoció el vino Cinema después de que su amigo Imanol Arias le regalase dos botellas.
«Vino a conocer a los socios del proyecto y nos pidió entrar en él porque, nos decía, a diferencia de lo que hace mi amigo Imanol, yo quiero cosas que sean muy de andar por casa, con gente muy normal, detrás de un proyecto muy honesto, buena relación calidad-precio, o sea, nada de pitiminí ni cosas extrañas», recuerda Guillermo Pérez. En estos meses en los que Echanove se ha convertido en la cara visible de Cinema Wine, este vino ha pasado de no tener a penas una red de distribución a tener 30 distribuidores a nivel nacional y con exportación a seis países, porque no en vano se manda fuera de las fronteras españolas el 40% de la producción de este vino que en su ficha de cata bien podría incluir que su color recuerda la calidez de una sala de cine, su sabor tiene toques de moqueta y palomitas calientes, y su sabor te deja con ganas de más, como cuando los clásicos ponían The End en la gran pantalla iluminada.