El funeral tendrá lugar mañana miércoles en el cementerio madrileño, y posteriormente será incinerado. Más adelante trasladarán sus cenizas a Sotillo, al que tan unido estaba.
Con frecuencia venía a disfrutar de su pueblo y de su casa cercana a la Plaza de la Audiencia.
Su vida laboral transcurrió inicialmente en Sotillo, donde regentaba una tienda de ultramarinos ubicada en la citada plaza. Posteriormente como muchos otros sotillanos se trasladó a Madrid en busca de mejores perspectivas laborales y trabajó durante muchos años como ebanista.
Desde aquí enviamos un saludo cariñoso a sus familiares y amigos.