Es difícil poner palabras para definir todas
las emociones que un grupo de amigos viven durante una jornada con motivo de
sus cincuenta añitos.
Ha transcurrido este 22 de Agosto de 2015, la
idea surge por las ganas que tienen de recordar momentos que vivieron juntos y
compartir y escuchar los diferentes caminos que nos han traído hasta aquí.
Se trazó un plan para ese especial día y así
se fue cumpliendo según programa:
Nos vestimos para la ocasión con vaqueros y
camiseta blanca, sin faltar por supuesto, como manda la tradición el pañuelo
rojo. Con puntualidad inglesa a las 12 y
media todos estábamos en la Viga, comenzó la ronda de saludos y besos y
arrancamos hacia Pinillos, como no podía ser menos, amenizados con el sonido y
olor a humo de los cohetes.
Tras una ronda por los bares sotillanos, nos esperaba una grata sorpresa en el camino San
Isidro, nada más y nada menos, que un vehículo con capacidad para los
veintitantos que éramos, nos acomodamos en la parte trasera, siempre bajo la
atenta delicadeza de nuestros quintos. Hicimos el trayecto entre viñedos y almendros, dejando nubes de polvo a nuestro
paso y entonando alguna canción más o menos afinada.
Comimos en Gumiel y después de una larga sobremesa
entre risas, bromas y fotos regresamos a nuestro querido pueblo, esta vez más
animados por el efecto del buen vino de la Ribera.
Siguiendo el programa de la jornada…nos dirigimos a
la piscina, esta vez nos esperaba la gran chuletada , donde fue requerida la
participación de nuestros expertos chefs. Qué decir sobre esto… estaban de
rechupete, comimos hasta decir basta. Y como en todo evento que se precie, nos
hicimos montones de fotos en el Photocall, para que en años venideros nos riamos
de cuando teníamos pelo y una barriga menos prominente.
Apenas había salido la luna… cuando se empezaron a
oir los primeros acordes de la orquesta“Los Brothers”, consiguieron
emocionarnos y que bailásemos hasta bien
entrada la madrugada. Fue el broche para nuestro día.
Se pueden añadir más detalles, pero como he comenzado diciendo, lo que
realmente tiene valor son las emociones que ese 22 de agosto se vivieron y para
eso no hay palabras.
Es cierto que cuando cumples medio siglo de vida y echas la vista atrás aparecen en la memoria multiplicidad de momentos que constituyen la trayectoria de lo vivido. A través del tiempo hemos experimentado situaciones diversas, algunas veces difíciles otras veces gratificantes, emociones que nos han puesto el vello de punta, lagrimas de dolor, en fin las constantes vicisitudes que nos acompañan, pero a veces volvemos a nuestras raíces, a disfrutar de sensaciones que aunque no se olvidan, aparecen difuminadas en el tiempo. Yo el 22 de agosto de 2015 regresé de alguna forma a esas raices y a reencontrarme con la que fue mi gente y que espero lo siga siendo. Gracias a todos mis quintos por ese dia tan especial.
ResponderEliminarALBERTO YAGO MERUELO.
Pero que bien se expresan mis amigos!!
EliminarUn placer compartir este dia con todos mis quintos.
Pero que bien se expresan mis amigos!!
EliminarUn placer compartir este dia con todos mis quintos.
Es cierto que cuando cumples medio siglo de vida y echas la vista atrás aparecen en la memoria multiplicidad de momentos que constituyen la trayectoria de lo vivido. A través del tiempo hemos experimentado situaciones diversas, algunas veces difíciles otras veces gratificantes, emociones que nos han puesto el vello de punta, lagrimas de dolor, en fin las constantes vicisitudes que nos acompañan, pero a veces volvemos a nuestras raíces, a disfrutar de sensaciones que aunque no se olvidan, aparecen difuminadas en el tiempo. Yo el 22 de agosto de 2015 regresé de alguna forma a esas raices y a reencontrarme con la que fue mi gente y que espero lo siga siendo. Gracias a todos mis quintos por ese dia tan especial.
ResponderEliminarALBERTO YAGO MERUELO.