|
Nueva piedra de Cándido |
Esta vez no tuvimos que esperar al domingo para iniciar la 2ª feria del vino. Ya el sábado hubo actividades programadas para el evento. Una cata de varios vinos en la bodega la Narda anunciaba su comienzo, posteriormente una charla en la biblioteca impartida por Ignacio Pérez nos habló de "Viaje al liderazgo" dirigida a empresarios y profesionales, y ya para finalizar el día, un grupo de teatro nos hizo pasar un rato muy ameno.
|
Momento de la cata |
El domingo 9 con el volteo de campanas a las 10h 30´ comenzó una folclórica demostración de bailes regionales por el grupo de Sotillo "San Isidro", acompañado por la música de dulzainas y tambores. Junto a la nueva piedra tallada por Cándido Meruelo para el evento, Pascual Izquierdo nos leyó el pregón dando inicio a la 2ª Feria "Sotillo, el vino y yo" (este pregón se puede leer integro al final de este artículo).
Ocho firmas de vino sotillanas fueron las que con sus caldos hicieron que nuestros paseos fuesen muy amenos, entre las bodegas de las peñas abiertas para dar a conocer sus interiores. Durante el recorrido también degustamos los productos típicos de Sotillo en forma de tapas, imprescindibles para que esos buenos caldos y el sol de ese día no nos afectara más de la cuenta.
|
El teatro |
Durante el recorrido también pudimos disfrutar de la exposición de tractores antiguos que los hermanos Santamaría Calvo, así como Michel Esteban, José Adrian, Guillermo Ontoria e Ismael Arroyo prestaron durante un día a la organización.
Como novedad este año también se expusieron una colección de coches antiguos que hizo de la feria un evento más variado.
Destacar también el interés mostrado por ver nuestra iglesia, pues fue un día de puertas abiertas, en el cual el visitante pudo beneficiarse de las explicaciones de nuestro guía Maxi
Desde aquí dar las gracias a todo el pueblo de Sotillo por saber organizar un evento de estas características y mostrar al visitante el carácter abierto y hospitalario de sus gentes.
|
LAS DANZAS CASTELLANAS |
|
EL PREGÓN |
|
Pincho de morcillas La Ribera |
|
La despensa de Plumi |
|
Stand de Tienda Esther |
|
Banda de música |
|
UN POCO DE COLOR EN LA FERIA |
|
EXPOSICIÓN DE TRACTORES |
|
LOS PARTICIPANTES |
|
EXPOSICIÓN DE COCHES |
|
PANADERÍA GAITERO, STAND |
|
PREPARANDO EL ALMUERZO EN LA MAROLA |
|
VISTA GENERAL DE LOS TRACTORES |
|
PASO DE LAS MOTOS POR SOTILLO |
|
REPRODUCCIÓN DE UN LAGAR, POR CÁNDIDO MERUELO |
|
VISTA GENERAL |
|
Dos tractores curiosos |
PREGÓN
PARA LA II FERIA
“SOTILLO, EL VINO Y YO”
Castilla es un corazón con
soportales que se abre a los que quieran acercarse y proporciona sombra y
frescor, abrigo ante el cierzo y refugio en la catástrofe.
Dicen algunas lenguas poco
informadas que la belleza de Castilla resulta áspera y ascética como un páramo.
Yo me atrevo a contradecirles y digo que no, que la belleza de Castilla, al
igual que su corazón, está siempre dispuesta a colmar la sensibilidad más
exigente. Y que esa belleza se puede encontrar en el surco extendido, en el
temblor del álamo, en la solidez milenaria del adobe, en la otoñal llamarada de
los chopos, en el frescor de una bodega y en el resguardo que brinda un soportal.
Sotillo tiene pocos soportales, pero
cuenta con muchas bodegas subterráneas que ofrecen hospitalidad y deleite a
todos los aquí congregados e invita a quienes lo deseen a bajar con lentitud
sus peldaños, recorrer sus galerías, caminar bajo sus bóvedas, admirar las
pocas cubas de madera que aún quedan y asomarse a los viejos bodegones, no sea
que, en el momento de llegar, se esté descorchando una de esas botellas que
lleva varios años envejeciendo en la penumbra y el silencio.
|
Momento del pregón |
Las bodegas en la Ribera ―y
particularmente en Sotillo― llevan muchos años sobresaliendo por su singularidad.
No sólo como muestra de riqueza etnológica, sino por haber sido templos
sagrados donde, en los años heroicos, se descubría la complicidad temblorosa de
los cuerpos. De aquellos tiempos de exploraciones y zozobras hemos pasado al
brindis permanente que significa subir a merendar, pasar de mano en mano el
porrón lleno de vino, suscitar risas, comentarios y recuerdos. Y también a la
experiencia enriquecedora que supone extender la mirada a otros gestos, otras
palabras y otros signos, a aceptar la necesidad de compartir el aire y la
agonía de la tarde, el arsenal cada vez más exiguo y marchito de los recuerdos,
las turbulencias de la actualidad que aquí, en las bodegas centenarias
excavadas en la ladera de San Jorge, en los merenderos que son un mirador para
asomarse a las últimas luces que guardan los rastrojos, se ven como algo
lejano, como un clamor de campanadas que late en otros territorios, aunque a
veces sus sonidos crispados traigan la inquietud de las alas, el estruendo de
las palomas asustadas que abandonan la torre.
Queridos sotillanos y visitantes. En
esta fecha señalada nos hemos reunido para brindar y degustar. Y para descubrir
nuevos territorios en la amplia geografía de la amistad, el placer y la celebración.
Insertando mi gesto en la proverbial
hospitalidad castellana, tras el alboroto de campanas, la exacta geometría de
las danzas y el sabroso maridaje que forman el tambor, el tamboril y la
dulzaina, doy la bienvenida a los aquí presentes en nombre de este pueblo
ribereño y del grupo de personas que, con dedicación y esfuerzo, han organizado
la segunda feria del vino. Una cálida bienvenida a esta plaza acogedora y
cómplice, que esta mañana de junio abre sus brazos con la amplitud de un soportal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTARIOS: