Estimado Sr.
Coordinador de El Sotiblog:
Lo primero de todo que se me viene a la cabeza es decir que como ya no se ve el cartel en el que se pregonaba la búsqueda de un nuevo Coordinador, querrá decir que lo han encontrado. Lo que querrá decir, por lo tanto, que es usted el nuevo. Si fuera así, pues muchas gracias por su prestación, y sea usted bienvenido al gobierno de este blog que ya sabe usted que mucha gente sigue con verdadera atención.
Ya sabe usted cómo es este blog, las posibilidades que tiene, los muchos logros que ha conseguido, y lo que se podría conseguir. Y también sabe que, tal como ha venido sucediendo hasta la fecha, tendrá que sacar las colaboraciones con sacacorchos, pero igual usted consigue convencer al personal y vemos grandes crónicas. A ver. En cualquier caso le deseo mucho acierto en su gestión.
Aunque algunos dicen que lo que sucede es que la gente pasa, o que la gente preparada -que todos sabemos que la hay, y mucha-, está muy ocupada en sus respectivos negocios. Normal. Que tampoco es cuestión de desatender las propias actividades y dedicar unos minutos a esta modesta publicación de pueblo.
Como ya hice en la etapa del anterior coordinador, le enviaré (para que usted haga con él lo que mejor le parezca) algún comentario que se me ocurra cuando encuentre algo que, para mí, tenga interés. Aparte de que, si le parece, le podría mandar algún papel de los que me encontré el verano pasado haciendo limpieza en mi vieja tronera, en cuyo ordenamiento y clasificación aún ando ocupada.
Mi comentario de hoy se refiere a la foto de
cabecera. Me gusta la foto que describe perfectamente la mañana de niebla: el
hielo en las hojas del suelo, la niebla enroscada en los almendros dormidos, el
cerezo con el color abandonado a su suerte y sin poder mostrar su verdadero
rostro porque se lo ha mediocomido la niebla, la viña derrotada y desnuda, el
horizonte que no está, el punto de unión de los almendros y la valla metálica.
Me gustaba desde el día que la puso usted en la cabecera del blog, en el que no
se sabía quién era el autor. Hoy sí se sabe, de modo que se puede felicitar a
su autor, Sr. Esgueva. La imagen es muy descriptiva de los inviernos del
pueblo. Se nota el frío con sólo mirar la foto. Mándenos más.
Aprovecho para saludarle y felicitarle, con adelanto, las Pascuas y el Año Nuevo.