SENDERISMO ENTRE LAS GRANDES
ENCINAS DE CASTRILLO DE SOLARANA
Esta vez sacar
adelante la ruta se nos puso difícil, pero pudimos con ello. La organizadora de
La Horra se lesionó, el número de inscritos era muy ajustado, el tiempo
amenazaba frío invernal, pues habían anunciado una ola de frío polar para el
fin de semana del 28 de octubre. Valoramos incluso la posibilidad de aplazarla,
pero no era posible: la campaña terminaba en octubre. Así que decidimos tirar
para adelante, y pudimos con ella.
Esa mañana,
nada más salir de casa, notaba como el viento me hacía sentir esa sensación de
frío polar. El cielo, cubierto de nubarrones negros, no presentaba cara
amistosa. Pero cuando alcé la mirada, el autobús ya estaba esperando en La
Viga. Una treintena de personas nos animamos a subir y a retar a las
condiciones meteorológicas. Algunas caras nuevas. La mayoría, los de siempre.
Para no perder
las buenas costumbres, tomamos un café antes de iniciar la marcha, esta vez al
poco rato de subir al autobús ya que la parada era en Lerma. Teníamos que
despertarnos un poco y hacernos a la idea de que la cosa iba en serio.
Al rato ya
estábamos en Solarana, bien pertrechados de prendas de abrigo, y dispuestos a
seguir a nuestro guía habitual: Pablo. Comenzamos visitando la ermita de San
Miguel o del Castro, recientemente rehabilitada, y ahora dedicada a museo
etnográfico. Estaba cerrada, así que nos conformamos con las amables
explicaciones de Pablo. Aún se pueden apreciar los restos del castro prerromano
que se conservan. En esta zona, hubo una tribu prerromana, los vacceos, que
junto a los arévacos y autrigones habitaban la meseta del Duero antes de que
llegaran los romanos y se establecieran en Clunia y sus alrededores.
Seguimos
adelante, y nos adentramos en un bosque de numerosas, centenarias y grandes
encinas, algo insólito en nuestra comarca. Pablo nos dio interesantes
explicaciones de la botánica del entorno: sobre el bosque de encinas que nos
envolvía, los líquenes (la simbiosis o relación beneficiosa entre un hongo y un
alga) que se alojan en sus ramas, el musgo que se cobija en la cara norte de
sus troncos, la diferencia entre la sabina (cuyas hojas nos acarician al
cogerlas) y el enebro o esqueno (que nos pinchan con sus hojas) y cuyas bayas
se utilizan para hacer la ginebra.
Un rato más
tarde, bajo las ramas de la gran encina de este bosque, la llamada “Encina
Grande”, que tiene 4’5 m. de perímetro en su tronco, y envueltos en su energía
centenaria, nos tomamos el bocata y otras viandas, unos sentados, otros de pie,
unos al solillo, otros en sombra, buscando todos no quedarse demasiado fríos.
Cerca había unas carboneras como recuerdo de aquella época, en la que, de esta
manera, se fabricaba el famoso carbón vegetal de encina.
El cielo se
ponía cada vez más oscuro, así que, abandonando la ruta marcada, rápido
iniciamos el regreso. Finalmente, solo fueron cuatro gotas, pero como todavía
teníamos mucho tiempo libre antes de la comida, decidimos visitar la iglesia de
Castrillo de Solarana, que aún conserva el ábside y una bella portada románica,
las escuelas del pueblo donde ahora hay un museo con un aula de colegio
ambientada en nuestros tiempos de niño, y por último fuimos a visitar una
bodega de la D.O. Ribera del Arlanza, en el mismo pueblo. Nos enseñaron y
explicaron amablemente sus instalaciones, y algunos compraron un estuche de
estos vinos para celebrar futuros eventos.
En Lerma nos
dio tiempo de tomar el vermú y pasear por sus calles, y a las tres estábamos en
el restaurante, donde nos comimos un estupendo menú del que quedamos muy
satisfechos. Allí estaba también comiendo D. Domingo Contreras, que durante
varios años fue párroco de Sotillo. Se acercó amablemente a saludarnos y nos
preguntó por algunas personas de Sotillo, y a recordar algunas anécdotas de su
paso por la parroquia de Sotillo.
Sólo quedaba
regresar, y como estábamos cerca de Sotillo, poco más tarde estábamos en casa.
TEXTO: Efrén ARROYO ESGUEVA
FOTOS: Efrén, y Pablo (el guía). Más fotos de Pablo en este enlace:
Os adjunto un enlace con fotos de la
excursión. Espero que os gusten y nos vemos en la siguiente...
Saludos.
Pablo.
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