La rifa de 7 jamones y dos bingos nos acompañaron para hacer tiempo hasta la hora de la cena. Medio pollo que se quedaba frío antes de sentarte a la mesa y un café en bares y bodegas puso fin a la noche fría de fiesta. Ya sólo quedaba, para los valientes esperar en la fuente el comienzo de la velada.
Un año más de fiesta, dar las gracias a todos los organizadores y al pueblo de Sotillo por su implicación y colaboración