Los alumnos del CRA Siglo XXI se convirtieron en personajes de cuentos • También montaron un mercadillo solidario de libros.
En casi todas las ocasiones, el
trabajo que se realiza en las aulas de un colegio se queda dentro del recinto y
no se hace de él partícipe a toda la sociedad. Pero hay ocasiones en las que
esta labor educativa callada merece la pena que se comparta con el resto de la
comunidad educativa, con los demás compañeros y con las familias de los
alumnos. Así lo han pensado los responsables del Colegio Rural Agrupado ‘Siglo
XXI’, con sedes en Sotillo de la Ribera, La Horra, Gumiel de Mercado y Cabañes
de Esgueva, y han elegido la programación del Día del Libro para compartirla
con todos los vecinos.
Los alumnos de este centro se han volcado en la organización de estos actos, ayudados por los profesores de los distintos cursos. Tras varios días de preparación de los textos, la puesta en escena, el atrezzo para las representaciones, la iluminación, la banda sonora y el vestuario, los diferentes grupos, formados por cursos y en los distintos municipios, llevaban ayer a escena su particular visión de historias, cuentos, poemas y hasta trucos de magia. En todos ellos estaba presente la literatura y los libros, como vehículo para viajar al mundo de la imaginación.
Los alumnos de este centro se han volcado en la organización de estos actos, ayudados por los profesores de los distintos cursos. Tras varios días de preparación de los textos, la puesta en escena, el atrezzo para las representaciones, la iluminación, la banda sonora y el vestuario, los diferentes grupos, formados por cursos y en los distintos municipios, llevaban ayer a escena su particular visión de historias, cuentos, poemas y hasta trucos de magia. En todos ellos estaba presente la literatura y los libros, como vehículo para viajar al mundo de la imaginación.
Para ello, los alumnos se pusieron la piel de los personajes más variados y dieron vida a trucos de magia, a la obra de teatro El último bosque, tanto representada como con títeres, a poemas como La canción del ciempiés, teatro como Sin pies ni cabeza o a canciones como Las estaciones. Todos recibieron los cálidos aplausos del numeroso público que se concentró en el salón de usos múltiples del Ayuntamiento Sotillano. Si hubiese que elegir entre todas las actuaciones que se dieron cita en esta cita, destacaron los más pequeños, los alumnos de infantil de Sotillo, que personificaron el cuento de Carmela, la brujita caprichosa y enseñaron a todo el mundo Cómo hacer el abeto, adaptando el cuento de Ándersen, junto con los de La Horra, que declamaron una poesía de Gloria Fuertes, Estaba el señor don Libro, y otra de N. Zapatero, Juntos en la biblioteca, y la escenificación de los de Gumiel de Mercado con su canción sobre las estaciones.
Tras culminar las actuaciones con un recuerdo a las expresiones habituales en nuestra infancia, todos los actores y asistentes se acercaron a participar en el mercadillo solidario organizado por alumnos y profesores para recaudar fondos para dos ONG. En una larga mesa, protegida con una carpa por si la lluvia, los alumnos mayores colocaron un montón de libros donados, tanto para adultos como para niños, y unos coloridos marcapáginas hechos a mano. Ellos mismos son los que se encargaron de vender estos productos, teniendo en ocasiones el detalle, incluso, de adornar con cintas de regalo algunos de los ejemplares adquiridos por los clientes. El dinero recaudado con la venta de libros se va a destinar a Unicef y el de los marcapáginas a Save the Children.
Junto a este mercadillo, los alumnos mostraron los trabajos de los diferentes talleres de escritura y los libros originales hechos para un concurso interno del CRA. En torno a otra mesa, los mismos autores de los trabajos iban rebuscando entre ellos el que habían firmado y se lo enseñaban con orgullo a padres, abuelos, tíos y vecinos, que miraban el trabajo de los pequeños casi con más satisfacción que la que sentían los autores al mostrarlos.
